30 de septiembre de 2021



Cómo puede afectar la Distonía a tu cuerpo

La distonía es un trastorno del movimiento donde algunos músculos se contraen involuntariamente y causan movimientos repetitivos o de torsión. Este desorden puede ser secundario a una enfermedad o deberse a una disfunción del sistema nervioso central, probablemente en las partes del cerebro llamadas ganglios basales.

La distonía puede afectar una parte del cuerpo (distonía focal), dos o más partes adyacentes (distonía segmentaria) o todas las partes del cuerpo (distonía general). En el mes de la concientización sobre este trastorno, es importante señalar que aunque no existe una cura, algunos tratamientos son capaces de mejorar los síntomas y por ende, la calidad de vida de los pacientes.

Aunque se desconoce su causa exacta, se ha encontrado que en ocasiones es heredada, sin embargo, también puede deberse a alguna alteración en la comunicación de las células nerviosas o resultar como un síntoma de una enfermedad o afección, como la enfermedad de Párkinson, Wilson, Huntington, un accidente cerebrovascular, entre otras.

En cuanto a su diagnóstico, el Dr. Salvador José Santamaría Molina, titular de la Clínica de Movimiento Anormales y Toxina Botulínica del Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional la Raza del IMSS, indicó, “este suele ser complicado, y en ocasiones, puede interpretarse de manera errónea como estrés, rigidez de cuello o trastorno psicológico. Su dificultad radica en la similitud de los síntomas que son muy parecidos a los de muchas otras afecciones”.

De igual manera, mencionó que algunos de los síntomas más recurrentes son los espasmos y contracciones musculares en diferentes partes del cuerpo como el brazo, pierna o cuello, también ocurre durante una acción exacta -como escribir a mano- y la intensidad del dolor varía en cada persona.

Ahora bien, una de las distonías focales más frecuentes es la Distonía Cervical, conocida también como Tortícolis Espasmódica; la cual se debe a trastornos neurológicos y ocasiona que los músculos del cuello se contraigan, torsionen, tiemblen o se bloqueen en un único eje, lo que produce una postura anómala e incómoda. Esta distonía se caracteriza por: contracciones breves o prolongadas que pueden llegar a producir una postura anómala y fija la cabeza, dolores de cuello, temblores de la cabeza y elevación del hombro.

Se estima que en el mundo hay de 28 a 183 casos por cada millón de habitantes. Por lo general, suele presentarse en personas entre los 30 y 60 años de edad, aunque en ocasiones aparece durante la infancia o la juventud. Las causas no se conocen con exactitud, sin embargo, se clasifica en distonía cervical primaria cuando no existe una causa clara de los síntomas y secundaria, cuando se debe a un problema de estructura específico o metabólico, normalmente asociado a problemas neurológicos.

De hecho, la vida personal de los pacientes se ve significativamente comprometida por la recurrencia de los síntomas, con un impacto en su capacidad para socializar, dormir bien, conducir o realizar tareas diarias.

Con respecto al tratamiento, explicó el Dr. Salvador José Santamaría Molina, “todo depende de la gravedad; la primera línea de manejo es el uso de la toxina botulínica tipo A (BoNT-A), esta neurotoxina bloquea la conexión entre el nervio y el músculo, lo que provoca una disminución de las contracciones musculares durante aproximadamente tres meses. También, se podría considerar la cirugía cuando los pacientes ya no son receptivos a otros tratamientos incluyendo la toxina botulínica”.

Debido a que la distonía cervical (DC) es una enfermedad poco común y su diagnóstico es complejo y tardío, la degeneración de la columna vertebral, la irritación de las raíces nerviosas o los frecuentes dolores de cabeza pueden hacer que la DC sea particularmente dolorosa, por ello es importante su visibilización para que más personas la conozcan y su diagnóstico sea oportuno y eficaz.

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